Después de sonreír al niño de ojos anaranjados
y orejas como asas de bombona de butano,
el funcionario del registro preguntó al
matrimonio
que cómo iban a llamarle.
-¡Igual que su padre! –se adelantó orgulloso el cabeza de familia-
m.m.c
No hay comentarios:
Publicar un comentario