miércoles, 27 de mayo de 2015

GOBIERNO CELESTIAL PROVISIONAL


(Microcuento)

Cuando los hombres le dijeron que ya estaban cansados de sentirse siempre vigilados y le recordaron que tenían derecho a la intimidad,
Él presentó su dimisión.
Entonces, ellos buscaron un sustituto y le dieron instrucciones precisas que debería seguir a lo largo de su reinado.
Junto a los manuales entregados iban también los planos de situación de los países pobres, donde tendría que repartir equitativamente el hambre entre todos los habitantes circunscritos.
Además, tendría que esforzarse y establecer fronteras en un tiempo récord para que no entraran más hambrientos a una zona ya saturada…
Si quería conservar el puesto, ya se le ocurriría algo para frenar la oleada de invasores…

Por algo le habían nombrado Dios…

m.m.c.

miércoles, 20 de mayo de 2015

EL MAGO Y LA ZORRA



Como no era guapa como su hermana, ni tenía buen tipo como sus amigas, tuvo que ponerse a estudiar.
Después de seis años, con dos licenciaturas, veinte kilos extra de grasa y celulitis, cuatro idiomas y ciento noventa y dos currículum entregados, se colocó en la trastienda de una franquicia de colonias y aprendió a empaquetar los  pedidos para reparto que le pasaban por la cortinilla sus antiguas amigas, ahora convertidas en bellas azafatas.
-Veo que nunca ríes. Si tienes algún problema, me gustaría ayudarte. Sabes que haría cualquier cosa por ti… -le dijo su compañero, un repartidor cojo apodado “el mago”, que estaba enamorado de ella-
-¿De verdad eres mago, como dicen por ahí? –preguntó la muchacha-
-Bueno, depende de los deseos que se formulen… 
-respondió él-
Y dejando caer el paquete, a medio precintar, pidió resuelta:

Quiero que me conviertas en una zorra!
Él se puso muy triste, pero como la amaba, accedió a su petición aunque sabía que no volvería a verla porque iba a estar muy ocupada marcando su territorio y alterando la paz de los polluelos.

Pasaron treinta años y volvieron a encontrarse.

-Sigues igual que siempre. No has cambiado –saludó ella con un leve beso para no llenarlo de carmín-
-En cambio, tú te has convertido en una zorra muy esbelta –respondió el mago- ¿Cómo te ha ido por esos mundos?
-No me quejo. Tengo todo lo que puedo desear. Me quedé con las acciones, tengo 20 tiendas propias, las mejores azafatas trabajan para mí… y cuando necesito empleadas para el almacén,
echo mano a los currículums…
Y mirando al cielo por primera vez, añadió:
¿Qué más se puede pedir? Ahora quiero  a dedicarme a descansar.
Y entonces, una gran voz le contestó:
-Es cierto. Lo tienes todo. Dinero, coches, joyas, una casa en la montaña…

Ya solo te falta una tumba frente al mar…

M.M.C.

martes, 5 de mayo de 2015

EL CLIENTE ANÓNIMO



En una esquina de la barra,
tratando de ocultar una lágrima,
el hombre del pijama intentaba recordar
quién era y dónde estaba su casa.
Cuando terminó de tomar el café
pagó otra vez y se fue sin guardar la vuelta.
Nadie le había advertido de que el camarero…

tenía alzheimer.

m.m.c.