jueves, 22 de agosto de 2013

MICROFIN

Todavía la tierra humeante,
el último hombre se colocó la venda en los ojos
para evitar el horror de los escombros
y fabricó una escalera para subir a discutir con Dios.
Pero cuando alcanzaba el último peldaño,
tuvo miedo y se dio la vuelta:
Había olvidado el tapón de los oídos para no escucharle.

M.M.C.

viernes, 16 de agosto de 2013

LOCOS POR LA LECTURA


Los jóvenes de hoy tienen mucha cara y mucho morro:
Mientras se toman el cubata,
te piden el periódico o El Quijote
un segundo para echare una ojeada
y como te descuides un momento
se lo aprenden de memoria.

M.M.C.

TARIFA PLANA


Aunque ya había desaparecido el estrés y el dolor de huesos
y se había acostumbrado al olor de los cipreses,
la misma noche que empezaron a taladrarle los gusanos
se empeñó en volver. Tenía 56 mensajes sin leer y,
aunque podía disfrutar de tarifa plana indefinida,
había olvidado el cargador del móvil.

m.m.c.

martes, 13 de agosto de 2013

MATANZA


Había llegado demasiado tarde.
Cuando tendió los ojos, quedó horrorizado.
Durante su ausencia, a la ciudad le habían temblado los cimientos
y había caído desmayada.
Cuando sacaron a sus madres de los escombros
alguien había partido a los niños
y los monstruos se estaban repartiendo sus mitades.

Salomón perdió una lágrima por el borde de la mascarilla.

M.M.C. 

viernes, 9 de agosto de 2013

MICRORRELATO


EL ABUELO DE CAPERUCITA

Después de un millón de años,
el niño de los juguetes rotos
tenía un corazón tan cansado,
que empezó a cuestionar
si la luz de la lámpara y el color de la mesita
eran los más apropiados para seguir
sosteniendo el peso de su viejo cuento
y, una noche, mientras dormía,
se saltó el capítulo correspondiente
y pensó en su nieta.
Él, todavía no había descubierto  a los lobos.
Pero los lobos, ya habían invadido su cuento.
Y, por primera vez, lloró:
Ya se había comprometido a ser un buen abuelo.

M.M.C.