-¡Por
Dios! ¡Y yo con esta cara y con estos pelos!
-se disculpó la mujer cuando llamaron al
timbre-
-No se preocupe,
ni pase vergüenza, señora. Nosotros no nos fijamos en esas cosas.
Lo
primero que miramos es el culo –dijo el vendedor de enciclopedias-
M.M.C.
No hay comentarios:
Publicar un comentario