sábado, 1 de noviembre de 2014

LA PRINCESA DORMIDA



Cualquier día de la semana
puedo hablarte de mí
hasta aburrirte.
Y puedo guardar silencio
hasta aburrirte.
En cualquier momento
puedo volver a la carga
y contarte historias repetidas
de mis amigos o de fútbol,
hasta aburrirte.
Cualquier noche es buena para
para inventarme el cuento de Pinocho
u otra nana tonta
para dormirte.
De vez en cuando…
yo podría despertar
y escucharte cuando callas,
o, sencillamente,
oír la música de tus ojos
y deleitarme
sin que otra cosa me distraiga o me moleste.
De vez en cuando…
podría transformarme
en un  príncipe interesante
y ocupar el territorio de tus sueños
o, simplemente,
convertirme en un hombre nuevo
y concederte
el derecho a la resurrección.

m.m.c.

No hay comentarios:

Publicar un comentario