jueves, 26 de febrero de 2015

1075



Hacía mucho tiempo que era de noche.
Manuel palpó las rosas, aspiró las flores, pensó en los regalos que la vida le ofrecía, recordó las cosas buenas y la gente que le rodeaba y, por primera vez, atrapado en medio de una dulce luz extraña, soltó el bastón y dio gracias a Dios por no haber nacido ciego.

m.m.c.

No hay comentarios:

Publicar un comentario