miércoles, 21 de octubre de 2015

EL PÁJARO SIN ALAS



Llovía fuera.
Sentado en su trono, de espaldas
a cualquier presencia,
Dios se preguntaba con infinita tristeza
por qué durante miles de años,
sus mensajeros no habían conseguido
bajar a la Tierra y llegar al corazón
de los hombres.
Cuando se dio la vuelta
y le preguntó al ángel guardián de turno
por qué estaba distraído observando por la mirilla,
éste le contestó:
Parece que alguien llora
agarrado al viento y a la niebla,
llega exhausto y está desesperado;
en la puerta  hay  un pájaro sin alas
que dice llamarse Juan,
viene solo y trae un mensaje para Ti…

-¿¡Quién de vosotros es Dios!? –irrumpió en la sala, con gran vozarrón, el enviado de los hombres-

m.m.c.

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