Los
humanos construyeron dioses
y
los sentaron en sus tronos,
envenenaron
ríos, quemaron bosques,
derribaron
ángeles, prostituyeron vírgenes
a
hombros, santearon troncos maquillados
y, a motor, maquillaron el cielo de cenizas.
Pero
no pudieron dominar las tempestades.
Un
día, los dioses reunieron a los vientos
y
les dijeron:
Caed
sobre la tierra y reconstruid el mapa,
arrasad
los campos mal sembrados
y
atormentad a los demonios que se resistan,
destruid carpas, derribad muros, aventad banderas.
destruid carpas, derribad muros, aventad banderas.
Entrad
en las ciudades
y
castigad sin piedad a los culpables.
Pero
solo una cosa os pedimos:
Si
a vuestro paso
os
encontráis con los hombres…,
sed
respetuosos con los paraguas.
M.M.C.
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