viernes, 9 de agosto de 2013

MICRORRELATO


EL ABUELO DE CAPERUCITA

Después de un millón de años,
el niño de los juguetes rotos
tenía un corazón tan cansado,
que empezó a cuestionar
si la luz de la lámpara y el color de la mesita
eran los más apropiados para seguir
sosteniendo el peso de su viejo cuento
y, una noche, mientras dormía,
se saltó el capítulo correspondiente
y pensó en su nieta.
Él, todavía no había descubierto  a los lobos.
Pero los lobos, ya habían invadido su cuento.
Y, por primera vez, lloró:
Ya se había comprometido a ser un buen abuelo.

M.M.C.

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